Esta es una malformación congénita que frecuentemente se viene diagnosticando durante el primer trimestre de la gestación, usualmente desde de la semana 16. Se trata de un defecto de la pared anterior del abdomen del feto, con escape de asas intestinales hacia la cavidad del útero gestante. El líquido amniótico, al contactar los intestinos, les produce una inflamación crónica con engrosamiento y dilatación. 8% de los fetos afectados se acompañan de una atresia intestinal.

Protocolo al nacer

En Sala de Partos se hace una rápida evaluación general. Se toma el peso corporal y se determina si la función cardio-respiratoria es normal. Aspiración oro-faríngea.

Pasar sonda nasogástrica y aspirar líquido bilioso.

Envolver asas con gasa seca, estéril y papel saran. Así, se evita la pérdida de líquido y calor por las asas expuestas.

Trasladar a UCI de inmediato.

Comenzar un intravenoso con D5-10 8cc/Kg/hora (emplear destrostix para controlar glicemia).

Reemplazar volumen gástrico aspirado con Lactato de Ringer, en 15’ de infusión rápida. Colocar sonda urinaria. El control de la diuresis es fundamental.

En UCI: colocar catéteres umbilicales o radial, para medir gases sanguíneos.

A Sala de Operaciones sin más demora.

Experiencia en Dallas

65 pts en 17 años (1984.-2001)

56% cesáreas

4 atresias intestinales (6%): Una yeyunal, una ileal y dos colónicas.

Cierre primario en 48 pacientes (74%)

Cordón preservado desde Octubre 1986 (57 pts)

IV en Sala de Operaciones: Cristaloides a 60 cc/Kg/hora

Ventilación post operatoria promedio: 50 horas

No necrosis intestinal

No mortalidad

2 enterocolitis necrotizante tardías, 1100g y 970g

Tiempo promedio de hospitalización: 30 días (tx primarios), 51.7 días (tx secundarios)

90% seguimiento (promedio de 72 meses): Excelentes resultados